lunes, 4 de abril de 2016

¿Que haré sin la SANTA MISA?



Me traslado de ciudad, y para mi es una buena opción, es un cambio de esos que generan un bienestar tanto económico, como relajante. Me siento con una leve preocupación, o bueno más que leve, me siento ahogado y dividido. 
A la ciudad donde me traslado, no existe algún sacerdote que celebre la Santa Misa tradicional. 
Solo quien vive en la fe católica "tradicional", sabe de que estoy hablando. Me duele y más aún, se me llena de nostalgia el corazón después de haber vivido la Semana Santa con todo el amor que la Iglesia ofrece por medio de su liturgia, esa ternura que la Iglesia con Perfección nos lleva a su Amado y nos conduce a unirnos con Él. 


Llegamos a la Pascua y ahora debo decir adiós. Llámenme sentimental, pero llego a una ciudad donde no podre asistir a la Santa Misa, eso es tan desolador, ir a la Misa nueva no es una opción y tener que viajar cada fin de semana tres horas hasta la ciudad donde se encuentra mi parroquia, no será muy viable. Esto me hace pensar y cuestionar con ese dolor, no solo la crisis ya tan nombrada dentro de la misma, más si vivir la impotencia. 

Quien lo creería, cuando se decía ... que en algún momento se tendría que escuchar Misa en las catacumbas y eso ya esta sucediendo. Sacerdotes que aman la tradición, relegados a celebrar en casas, muchos solos, otros han conseguido con la benevolencia de algún obispo oficiarla privadamente (aunque es un derecho) y pues los Institutos que ahora caminan en la tradición, pero que aunque sus seminarios estén llenos, no dan abasto para tantos lugares donde podría llegar la Santa Misa de siempre. 

Un objetivo. 


Y ahora un objetivo que me dio esperanza fue el decidirme, como todos los que amamos la Santa Misa de siempre, el promoverla y llevarla por donde voy. Rogando a Dios y con unos cuantos benefactores, se pueden abrir las puertas donde muchas mas personas conozcan y amen la Santa Misa. 
Si cada uno de los que conocemos la Santa Misa, nos dedicáramos a llevarla por donde pasamos, y si en los lugares donde no este, podemos buscar lugares para donar a la Iglesia y allí, buscar de esos padres en busca de comunidad, podremos lograr mucho. Recuerden que un grano de arena siempre es bueno, cuando se suman entre si. 

Con este animo estaré rezando para que Dios en su Clemencia escuche nuestros ruegos y pidamos para que el amor de Nuestro Salvador llegue a mas partes del mundo, por medio del Santo Sacrificio del Altar, celebrado como siempre, con amor y dignidad, para que sea olor agradable a Nuestro Dios. 

3 comentarios:

  1. Pues yo te comprendo perfectamente ya que es por lo que estoy pasando actualmente. A diferencia tuya ti no he tenido la bendición de vivir nunca una Santa MisaTridentina Tridentina, pero desde que sé de su existencia me he enamorado de ella y hace como ya un año trato de encontrar a algún Sacerdote que me ayude en conseguirlo. A veces me he sentido muy decepcionada ya que los Sacerdotes de hoy no le prestan mayor importancia, hasta me han aconsejado quedarme tranquila y no darle más vueltas al asunto. Sin embargo sigo en la lucha ya que mi objetivo es el mismo que el tuyo. Me podrías guiar cómo manejarme mejor en el asunto? Cómo es eso de encontrar un benefactor? Te mando un fuerte abrazo en el Señor y que te bendiga siempre!

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    1. Hola. Qué difícil situación. Pero animo, Dios no le da el privilegio a todo el mundo de conocer, pero más que conocer amar la Santa Misa de siempre y eso es un plus inmenso en una nueva misión que Dios ha colocado en tu vida. Una de las formas más sencillas de comenzar es buscando en el lugar donde vives, personas que compartan contigo el amor a la S.M. Estoy seguro que alguien puede estar también en tu misma situación. Si el caso es que no hay personas que la conozcan, hazla conocer. Infórmate, estudia, lee y descubre lo hermoso de la Santa Misa y luego dala a conocer. Con esfuerzo y mucha oración, encontraras otros que quieran tu objetivo. Cuando este ese grupo reunido, recen para que Dios les conceda un sacerdote o mejor aún una comunidad que pueda llevarles un sacerdote a celebrar cada 15 días o cada mes. Mientras más crezca la comunidad, más tienen el "poder" de hablar con su obispo y solicitarle que les den un espacio en la parroquia, para que ese sacerdote célebre la Santa Misa. Allí legan los benefactores, que son todos ustedes y si consiguen donarle un terreno a una comunidad para que se establezca allí, !Esta hecho! Han conseguido que se establezca la S.M. De siempre en otro lugar más. Si quieres busca en internet una comunidad llamada "una Voce" allí entenderás un poco más, sobre el tema. Saludos en Jesus y María.

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